Los rohingya son un grupo étnico musulmán expuesto desde 2017 a un vasto genocidio del ejército birmano. Ningún país los quiere, pero deben ser protegidos.
Según las organizaciones internacionales, los rohingya deben regresar a su país de origen con la máxima seguridad. Pero los funcionarios de la ONU admiten que tal vez no puedan regresar a Myanmar por años.